Paseando por Venecia los niños se encontraron con dos bombones Italianos: la rubia y con uds la morocha, quienes trabajaban en este chiringuito de venta de yogures con frutas, cereales, miel etc..; y sangría caliente.
Prueba fiel de q nos tomamos el colectivo incorrecto y fuimos a parar a tomar por culo del hotel.
Vicuña enfadada después de q los niños estuvieran más de una hora baboseandose con las vendedoras de yogurth.
Para mí exquisito el yogurth, para los chicos, sabrosas las chicaas!!!
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